Ser talentoso es hacerse notar
- Xavier Alexander Sánchez Garzón
- 28 jul 2015
- 3 Min. de lectura

En el mundo organizacional cada vez resulta más importante que las personas en su interior descubran, potencien su talento y “lo hagan notar” con creatividad, haciendo valer sus condiciones para sobresalir entregando réditos a la organización, de forma que les permita mejorar su poder de negociación para mejorar sus expectativas profesionales.
Lo anterior tiene “entre líneas” una controversial apuesta de éxito por parte de las personas, para las que ya no es suficiente esperar a que las organizaciones las descubran, pulan y les den el “empujón” necesario a sus capacidades y aptitudes más sobresalientes, de entre la maraña de personas talentosas que tienen a su disposición. Quienes quieren triunfar o ya han descubierto su propio camino de éxito, se dieron a la tarea de trabajar en sí mismos para mejorar su perfil y valoración en el mercado, porque entendieron que las organizaciones se han venido especializado en ofrecer oportunidades que impulsen los resultados que el talento ofrece. La competencia y la exigencia de los mercados no dan treguas, ni tiempo, ni “bonos” de descuento y exigen mayor rapidez para lograr resultados en el proceso de adaptación continuo en el que vivimos. Esto, demanda de las organizaciones estrategias claras y toma de decisiones oportunas cada vez más tempranas y arriesgadas, y en ese orden de ideas, cada vez son menos las organizaciones financieramente “sanas” que movidas por la búsqueda de rentabilidad pueden “darse el lujo de descifrar como desarrollar las personas y sus talentos profesionales”.
En este contexto, las organizaciones se preocupan por implementar mecanismos y metodologías cada vez más sistematizadas, sencillas y útiles que les permitan identificar los “talentosos rentables” a partir de la medición de su desempeño, de valoraciones de 360º y revisiones de potencial para crecer dentro de la organización para ofrecerles a estos y solo a estos mayores “beneficios y oportunidades”, tratando de mantener su motivación y compromiso altos la mayor cantidad de tiempo posible, traducidos en planes individuales de desarrollo, de retención o remuneración o propuesta de valor diferenciadas.
Pero entonces, ¿Qué sucede con las personas talentosas que están esperando a ser descubiertas?. La respuesta es simple, tienen una mayor probabilidad de ser olvidadas y borradas de las organizaciones más atractivas. El segundo plano en el que se mantienen, las hace vulnerables a las reestructuraciones, a los cambios de enfoque del negocio, a los proyectos de cambio transversales en los que no son incluidos por no “hacerse notar oportunamente”.
Por eso, los invitamos a asumir la responsabilidad de a HACER NOTAR SU TALENTO y dejar de excusarse pensando que el talento es inherente a personas exitosas o resolutivas, porque el talento se encuentra en individuos y personalidades comunes que tienen la inteligencia, la aptitud y la creatividad suficiente, para desempeñar con éxito e innovación diversas tareas, poniendo en juego en su actividad profesional un conjunto de factores (deseos, capacidades, compromiso y acción) para producir resultados sobresalientes.

Hacerse notar entonces, implica obtener unos resultados derivados de la dedicación y el compromiso, de una actitud proactiva hacia la acción y de la puesta en práctica de las capacidades que cada uno tiene.
Una ayuda para entenderlo puede ser el siguiente gráfico:

El secreto está en equilibrar cada una de las cuatro dimensiones, no puede faltar ninguna. Tener mucho de una no es suficiente, la falta o la ausencia de alguna es un obstáculo que se puede solucionar, pero en general para que “el talento se note” hay que trabajar en todas.
Komentar